En el mundo de la fotografía móvil, las cámaras principales han sido durante mucho tiempo las protagonistas. Sin embargo, la verdadera revolución está en una lente que muchos aún subestiman: el teleobjetivo. Esta lente, también conocida como telefoto, no solo amplía la escena, sino que transforma radicalmente la forma en que capturamos el mundo.
Como usuario del Nothing Phone (2) y amante de la fotografía, puedo decir con total convicción que el teleobjetivo es la lente que más echo en falta en mi día a día. En muchísimas ocasiones, me encuentro componiendo escenas que necesitan distancia, profundidad y perspectiva. El x2 digital de la cámara principal es un apaño, pero no tiene la calidad óptica ni el efecto visual real que un teleobjetivo puede ofrecer. Por eso, estoy convencido de que hoy en día, cualquier fotógrafo valorará más una buena lente teleobjetivo que una cámara principal estándar.
Lo que sucede cuando te acercas demasiado
Una de las claves para entender por qué el teleobjetivo es esencial está en la distorsión que ocurre cuando se fotografía a corta distancia. En una foto cercana, la lente gran angular (habitual en cámaras principales) tiende a deformar las proporciones del rostro: la nariz se ve más grande, las orejas más pequeñas, y el rostro en general adquiere un aspecto poco favorecedor. Esta distorsión se llama “distorsión de perspectiva”.

Esto no es culpa del sensor, sino de la distancia focal y del ángulo de visión. Cuanto más cerca estás del sujeto con un gran angular, más exageras las proporciones. Por eso, alejarse del sujeto y hacer zoom (óptico, no digital) permite obtener un retrato con proporciones más realistas, más planas y agradables. Un teleobjetivo, al comprimir la escena, mantiene las líneas más naturales y hace que la cara se vea tal como la percibimos en la vida real.
No se trata solo de retratos: también importa en paisajes y escenas urbanas o en modo macro
El teleobjetivo no es solo útil para retratos. De hecho, en muchas escenas cotidianas se convierte en la mejor herramienta. En fotografía urbana, por ejemplo, te permite aislar elementos interesantes, como una fachada concreta o una persona entre la multitud, sin tener que invadir su espacio.
En paisajes, esta lente es perfecta para componer capas visuales: puedes tener en primer plano un árbol y al fondo una montaña, todo comprimido en una misma imagen con una profundidad mucho más marcada. Esto no se puede lograr con un gran angular, que tiende a separar los elementos y “aplanar” el fondo.
Además, si se combina el teleobjetivo con la posibilidad de usarlo para fotografía macro, como ya hace el Nothing Phone (3a) Pro, el resultado es espectacular. Este modelo permite aprovechar el teleobjetivo para capturar detalles extremadamente cercanos con gran precisión y sin distorsión, algo que resulta muy útil para fotografía de producto, naturaleza o texturas.
Gracias a la distancia focal del teleobjetivo, puedes fotografiar objetos pequeños sin tener que acercarse en exceso, lo que además mejora el enfoque y reduce las sombras indeseadas. Es una funcionalidad que expande muchísimo la creatividad.

De cara al futuro, todo apunta a que la marca lo seguirá teniendo en cuenta. Se espera que el Nothing Phone (3), que saldrá en los próximos meses, incorpore el mejor teleobjetivo en sus dispositivos hasta la fecha, siguiendo la tendencia de vista en sus últimos lanzamientos (Nothing Phone 3a y CMF Phone 2 Pro) y respondiendo a la necesidad creciente de los usuarios más exigentes.
¿Por qué el gran angular está perdiendo relevancia?
Aunque sigue siendo útil, el gran angular ha pasado a un segundo plano en muchas marcas. Si te fijas, cuando una marca recorta costes o sacrifica calidad, la cámara sacrificada suele ser la ultra gran angular. Su rendimiento con poca luz es inferior, y en la mayoría de los casos las aberraciones en sus extremos afean el resultado de sus fotografías. El teleobjetivo, en cambio, ha ganado presencia porque los usuarios demandan más control creativo, más detalle y más versatilidad.
El futuro está en los sensores especializados
Los sensores principales seguirán existiendo, es obvio al ser una lente todoterreno para sacar tu móvil y lanzar una foto en pocos segundos, pero cada vez más vemos cómo las marcas apuestan por sensores específicos para cada tarea: gran angular, ultra gran angular, macro… y, por supuesto, el teleobjetivo por encima de todos ellos. La clave está en que cada lente tiene una función clara y única.
El teleobjetivo aporta ese punto de vista que no puedes replicar con recortes digitales ni con inteligencia artificial. Ofrece compresión, enfoque selectivo real y una representación de las proporciones mucho más natural. Es, sin duda, una herramienta clave para quienes valoran la fotografía con intención.
Tener un buen teleobjetivo en el móvil no es un capricho, sino una evolución lógica del concepto de fotografía móvil. Ya no se trata solo de capturar lo que tienes delante, sino de hacerlo con intención, con proporción y con estilo. Si te importa cómo se ve una persona, cómo compones una escena o cómo narras visualmente una historia, el teleobjetivo es tu aliado más valioso.
Esperamos que el próximo Nothing Phone 3 incorpore esta lente tan necesaria. Porque el futuro de la fotografía móvil ya no se basa solo en sensores grandes (que también), sino en cómo usamos cada lente para contar algo más.

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